Las evaluaciones de seguridad se presentan de muchas formas, pero no todas son iguales. Cuando las organizaciones buscan probar sus defensas, dos de los enfoques más mencionados son el red teaming y el pentesting. Aunque ambos tienen el objetivo de identificar debilidades, su propósito, alcance e impacto son significativamente diferentes.
Comprender estas diferencias no es solo una decisión técnica, sino estratégica. Elegir el método adecuado depende del nivel de madurez de tu organización, los recursos disponibles y los objetivos específicos de seguridad.
Vamos a desglosarlo:
A simple vista, red teaming y pentesting pueden parecer intercambiables. Ambos implican simular ataques para encontrar vulnerabilidades. Pero los métodos y mentalidades detrás de ellos son muy diferentes.
El pentesting, o prueba de penetración, es una evaluación enfocada y estructurada. Identifica fallos técnicos en aplicaciones, redes o sistemas, a menudo basándose en un alcance definido. Piensa en ello como una instantánea: ¿qué vulnerabilidades puede explotar un atacante dentro de este sistema o ventana de tiempo particular?
Por otro lado, el red teaming es un enfoque basado en objetivos. Simula ataques del mundo real utilizando tácticas, técnicas y procedimientos (TTPs) similares a los empleados por actores de amenazas avanzadas. Las operaciones de red team no se centran tanto en marcar casillas, sino en probar hasta dónde podría llegar un atacante sin ser detectado.
Un pentest podría decirte: “Hay un firewall mal configurado”, mientras que un ejercicio de red team podría revelar: “Obtuvimos privilegios de administrador de dominio explotando un error humano y permanecimos indetectados durante dos semanas”.
Si tu prioridad es cumplir con requisitos de cumplimiento o probar sistemas específicos, el pentesting probablemente sea el enfoque más adecuado. Es sistemático, repetible y más fácil de definir en cuanto a alcance y presupuesto. Muchos estándares regulatorios incluso requieren pentests periódicos para validar la efectividad de los controles.
Pero si tu objetivo es entender cómo responde tu organización bajo presión—cómo reaccionan tus equipos de detección y respuesta ante un escenario de ataque realista—el red teaming ofrece más valor. Ayuda a medir la preparación a través de múltiples capas: personas, procesos y tecnología.
Ningún enfoque es inherentemente mejor que el otro; depende de lo que necesites aprender.
Así es como puedes pensar en términos de casos de uso:
Elige pentesting si:
Elige red teaming si:
El red teaming normalmente requiere más tiempo, coordinación y una mayor tolerancia a la ambigüedad. Es un compromiso, pero uno que puede ofrecer información valiosa, especialmente si tu organización está lista para manejarlo.
Tanto el red teaming como el pentesting juegan roles importantes en una estrategia de seguridad integral. El verdadero valor radica en saber cuándo aplicar cada uno—y asegurarte de que el enfoque esté alineado con tus recursos, objetivos y nivel de madurez.
Entonces, ¿cuál se adapta mejor a tus necesidades ahora mismo?
¿Has considerado si un pentest tradicional es suficiente o si es hora de simular a un adversario del mundo real?